Clinica Dental Magally Infante
El enjuague dental es un producto liquido el cual se usa principalmente para complementar la limpieza de la cavidad bucal, se utiliza principalmente después del cepillado y ayuda en la prevención de la placa bacteriana, eliminando bacterias, virus y otros contaminantes en la boca. Se deduce de lo expresado que el enjuague bucal es un complemento del cepillado dental, nunca es un sustituto, por lo cual se debe tener claro cuál es el propósito de los enjuagues bucales.
Si nos referimos a los antecedentes históricos del Enjuague bucal podemos decir que hay referencias de su uso en China, año 2700 AC, así como también en la antigua Roma, Grecia y Egipto, inclusive se dice que en Roma se usaba el orine como un enjuague bucal. Otros ingredientes eran plantas, carbón, flores secas, no existiendo pruebas de su eficiencia.
En la América Prehispánica y antes de la llegada de Cristóbal Colón se hallaron evidencias históricas de que los indígenas utilizaban el extracto de ciertas plantas ligadas con agua para hacer gárgaras y con eso limpiaban su cavidad bucal.
A finales del siglo XVIII se comienzan a elaborar los enjuagues bucales en cantidades limitadas, no es hasta el siglo XIX cuando comienzan a realizarse estudios para comprobar la eficacia de los enjuagues bucales, cuyo contenido era con alcohol para estabilizar el producto. En el siglo XX con el progreso del hombre en diversas áreas científicas, se producen enjuagues bucales con clorhexidina, una sustancia con propiedades para combatir los microbios en la cavidad bucal.
El surgimiento de nuevas empresas que se dedicaron a la elaboración de estas clases de productos fueron un factor importante en la diversificación y masificación de varias marcas que se apoderaron del mercado mundial, al contar igualmente con una gran demanda por parte de los consumidores.
Los principales beneficios que proporciona su uso, entre otros, son los siguientes:
Por lo general los enjuagues bucales son de venta libre en los comercios y tiendas que expenden esta clase de productos. En cuanto a su utilización por menores de edad hay que ejercer una estricta vigilancia, por sus representantes, especialmente para los niños comprendidos entre 6 y 12 años. Para los que tienen menos edad no es recomendable su uso.
Los enjuagues bucales están clasificados en tres tipos, ellos son:
2.- Los antisépticos: Estos contienen soluciones para tratar la gingivitis, así como también aquellas bacterias que puedan estar presentes en la boca.
Por lo general contienen clorhexidina, recomendándose en muchos casos para pacientes que han sido objeto de intervenciones quirúrgicas en su boca. Por cuanto favorece la cicatrización y previene la proliferación de bacterias.
3.- Los que contienen flúor, estos son aquellos elaborados para proteger las piezas dentales de la acción corrosiva de las caries, son indicados para disminuir el impacto de las infecciones ocasionados por la presencia de las mismas.
Hasta ahora hemos hablado de los beneficios que aportan el uso de los enjuagues bucales, sin embargo, investigadores de la Universidad de Harvard hicieron revelaciones en donde señalan que el uso excesivo de los enjuagues podría acabar con microorganismos beneficiosos para la salud bucodental, lo cual según ellos crearía una propensión a la diabetes y a la obesidad.
La gran variedad de los enjuagues bucales contiene sustancias como clorhexidina, triclosán, cloruro de cetilpiridinio, alcohol, aceites esenciales, fluoruro y peróxido. Estas tienen la propiedad antiséptica suficiente para acabar con los diferentes microorganismos y bacterias presentes en la boca, no obstante, no son específicas, por lo cual podrían acabar con ciertas bacterias útiles al organismo, según lo determinado por los estudios realizados en la Universidad de Harvard.
Corresponde al usuario de estos productos estar pendientes de su uso, y consultar con su odontólogo cualquier síntoma o irregularidad que puedan presentar por el uso diario y continuo del enjuague bucal que estén utilizando.